mar nuestro

sputnikamor
2 min readApr 18, 2021

será la voz de mi abuela lo primero que escuche cuando comience a morir, con la muerte cuando calle mi corazón te seguirá llamando, una dulce melodía que flota sobre la arena. mi abuela y yo, no hay vínculo en el mundo tan especial como el que teníamos ella y yo; no lo hay, lo juro: era algo puro como el agua limpia, como una mujer doncella; tan desinteresado como el perro que te sigue por toda la casa, mi abuela y yo dormíamos juntas por las noches en busca de calor y protección, como una manada pero sin ser manada porque solamente éramos dos, y a veces creo que solamente era ella, que yo no era nada pero que, al vivir juntas, aprendí a imitar sus gestos y me hice humana y ahora, ahora tengo la labor de acompañar y de cuidar, la tarea de velar por las personas que me recuerdan a ella; todo me recuerda a ella, en realidad. es la génesis, el comienzo de todo, mi primer amor, el motivo que me lleva a querer a alguien con tanta intensidad. quisiera casarme como mis ancestros, con el rito marroquí, y bajar al infierno y adoptar a cerbero para que me siga por toda la casa. un mantel de hule y una niña que escribe y una circunstancia y una cuna de madera que procede de una sola mujer, el mar del mediterráneo. mar blanco, para los turcos; gran mar, para los judíos; mar nuestro, para los romanos. trágica y hermosa historia: hace años que no sueño con mi abuela, quiero demasiado y con tanta fuerza que, antes de que ella pasase por la última puerta, yo no podría, de verdad, no podría contener mi impaciencia y miraría hacia atrás para solo ver su rostro

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